Una de las preguntas que con más frecuencia nos realizan es si se puede despedir a un empleado por llegar tarde a trabajar, y la respuesta es que sí, pero para que este despido sea calificado como despido disciplinario, las faltas de asistencia deben ser repetidas e injustificadas.
La Ley no establece una cantidad precisa de la cantidad de ausencias que deben concurrir para poder efectuar esta suspensión de empleo y sueldo o despido, por lo que, para conocerlo, es necesario dirigirse al convenio colectivo de la empresa.
El despido disciplinario es el procedimiento que efectúa el empresario sobre un empleado que ha incurrido en incumplimientos graves, con el objetivo de extinguir la relación laboral.
Se considera que estamos ante una falta de asistencia al trabajo, cuando el empleado no acude a su puesto de trabajo durante toda o parte de la jornada. Es necesario concretar que, por el mero hecho de asistir a las instalaciones de la empresa no se está acudiendo al puesto de trabajo, sino que el empleado debe acudir a la ubicación donde presta sus servicios profesionales.
Ejemplo de falta de asistencia al trabajo: Un trabajador con cargo de oficinista, llega a las instalaciones de la empresa a su hora exacta del inicio de la jornada laboral, pero en lugar de tomar asiento en su silla, opta por acudir a la zona de descanso.
En el caso de la impuntualidad, estaríamos frente a ella siempre que el empleado llegue más tarde que la hora estipulada en su jornada laboral, o que salga antes de la finalización de esta.
Es muy importante que antes de despedir a un trabajador por llegar tarde, es importante que estés plenamente convencido de que efectivamente, te encuentras en una situación en la que puedas efectuar este despido.
Recuerda que el despido disciplinario debe estar muy bien motivado, ya que tu empleado podría impugnarlo y, en caso de éxito, deberás readmitirlo en la empresa o pagarle una indemnización por despido.
Antes de efectuar este despido, recurre al convenio colectivo que aplique a tu empresa para conocer cuántas faltas de asistencia o impuntualidad son necesarias para que el despido disciplinario esté justificado.
El despido debe ser notificado por escrito y debe recoger los hechos que motivan el despido, y la fecha en la que tendrá efecto. Para ello, contarás con un plazo de 60 días desde que has sido conocedor de la comisión de la falta grave cometida, contando desde el día en que has conocido los hechos. En caso contrario, corres el riesgo de que el despido sea declarado nulo o improcedente, y debas readmitir o indemnizar al trabajador.
Articular un despido por llegar tarde al trabajo puede ser bastante más complejo que redactar la carta de despido y notificarla, y un error puede causar que el despido te salga más caro de lo que esperabas, o que debas readmitir a este trabajador.
Es de vital importancia que las pruebas utilizadas para acreditar la ausencia o impuntualidad del trabajador sean precisas e inequívocas, así como que las faltas sean injustificadas y repetidas.
Cada caso podría considerarse como único, ya que depende de los hechos ocurridos y también del sector al que pertenezca la empresa, por lo que te recomendamos que si te encuentras en la situación de que un empleado llega tarde a trabajar y quieres articular su despido, te pongas en contacto con Durán & Durán Gestoría para garantizar que el despido sea llevado a cabo bajo las mejores condiciones.