Si eres autónomo y estás barajando la posibilidad de constituir una Sociedad Limitada, queremos ayudarte a salir de dudas explicándote qué es exactamente una S.L. y los puntos clave que debes tener en cuenta, así como la situación ideal en la que deberías optar por ella y dejar de ser autónomo.
Una Sociedad Limitada es el tipo de sociedad mercantil más extendido en España. Se caracteriza, entre otras cosas, porque a diferencia de un autónomo, el administrador de una S.L. no debe responder con su patrimonio personal ante las deudas contraídas por el negocio.
Principalmente, existen cuatro motivos que debes valorar si estás sopesando constituir una SL:
Carga fiscal reducida: El IRPF que debe pagar un autónomo varía desde el 9% hasta el 19%, pero esto puede verse incrementado considerablemente hasta un 56% en la medida en que aumenten los ingresos del profesional. Una Sociedad Limitada tributa mediante el Impuesto de Sociedades, lo cual se traduce en una tributación menor cuando hablamos de ingresos altos (por encima de 40.000€). El gravamen general de una SL es del 25% (menos para sociedades de reciente constitución).
Patrimonio personal: Una sociedad responde únicamente con sus bienes, por lo que, si eres socio de una S.L., tu responsabilidad se verá limitada al capital aportado. Por otra parte, los autónomos responden con su patrimonio personal, de modo que, ante un impago con un proveedor, el autónomo deberá responder con sus bienes propios, aunque no se vean relacionados con su actividad profesional: casa, coche, etc.
Mayor potencial de crecimiento: Generalmente, las empresas prefieren trabajar con otras empresas antes que con profesionales autónomos. Una empresa suele contar con más de un socio o empleado, lo que traslada una imagen más profesional al resto de empresas. Tampoco existen datos públicos sobre los profesionales autónomos, sin embargo, sí existe información accesible sobre la solvencia de las empresas.
No trabajas sólo: Si tu actividad requiere una colaboración profesional habitual con una o más personas, será muy complicado de llevar a cabo como autónomo. Las Sociedades Limitadas cuentan con la figura del socio, mediante la cual pueden repartirse derechos y obligaciones entre los mismos.
Si has iniciado tu actividad profesional recientemente es probable que tus recursos sean más limitados, y optes por hacerlo como autónomo, pero si ya has superado el umbral de los 40.000 euros anuales de ingresos, el salto ya podría considerarse oportuno. En cualquier caso, no deberías ceñirte únicamente a esta fórmula: iniciar un negocio desde cero empezando directamente constituyendo una S.L. no es algo incorrecto: es algo que debes valorar en función de tu negocio e intereses.
Principalmente, si se cumplen una o más de las siguientes condiciones, podrías considerar seriamente constituir una Sociedad Limitada.
Si todavía tienes dudas acerca de este proceso, debes saber que en Durán & Durán Gestoría ponemos a tu disposición a nuestro equipo de profesionales, para que puedan asistirte en esta transición e informarte acerca de las ayudas e incentivos para la creación de empresas, así como de las gestiones relativas a la fiscalidad, la contratación laboral, la investigación, etc.
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