Fin de la prohibición de despedir por causa del COVID-19: Próximo 31 de mayo
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El próximo 31 de mayo darán por concluidas algunas de las medidas que el Gobierno implementó para mitigar los efectos del Coronavirus sobre el empleo.
Entre ellas, se encuentran medidas que tienen como objetivo evitar los despidos y la terminación de los contratos temporales. Te explicamos qué medidas dejarán de estar vigentes, y también lo que puede ocurrir en el caso de incumplimiento de las mismas.
¿Qué medidas de protección del empleo pierden su vigencia el próximo 31 de mayo?
Excepto que algunas de estas medidas sean prorrogadas de nuevo, dejarán de ser efectivas las siguientes:
- Las medidas de mantenimiento del empleo durante seis meses tras los casos de ERTE.
- La prohibición de despidos por causa del COVID-19.
- La prórroga de los contratos temporales que concluían durante un ERTE.
Esto no implica que actualmente no se pueda despedir a un trabajador, pero sí implica que este despido no puede tener la consideración de objetivo, si es fundamentado por causas de fuerza mayor, económicas, técnicas, organizativas o de producción motivadas por el Coronavirus.
¿Cuáles son las consecuencias de incumplir estas medidas antes del 31 de mayo?
Aunque no queda del todo claro la consideración que tendría un despido que incumple estas normas, a la luz de las recientes sentencias se distinguen tres tipos de opiniones:
- La declaración de improcedencia del despido.
- La declaración de improcedencia del despido, reconociendo una indemnización complementaria a compensar con la ya percibida.
- La declaración de la nulidad del despido.
La diferencia entre un despido nulo y uno improcedente reside en que, en el caso de este último, el empleador puede optar entre la readmisión con el abono de los salarios de tramitación (los salarios dejados de percibir desde el momento del despido hasta su incorporación), o con la indemnización sin la readmisión del empleado.
En el caso de los despidos nulos, el empleador debe readmitir obligatoriamente al trabajador, y, además, abonar los salarios de tramitación.
Conclusión
Aunque un despido que incumpla estas normativas no sea declarado improcedente ni nulo automáticamente excepto que el trabajador lo impugne, es importante tener en cuenta que, hasta el próximo 31 de mayo, no se debe articular un despido fundamentándolo en causas que tengan relación con el coronavirus (causas económicas).
Dos sentencias del Juzgado de lo Social de Barcelona ya han calificado dos despidos de este tipo como improcedentes, y, además, reconociendo una indemnización complementaria a los trabajadores, de 60.000€ y 49.000€ respectivamente.
Por este motivo, te recomendamos que te asesores debidamente antes de articular un despido, y que cuentes con Durán & Durán Gestoría: estaremos encantados de ayudarte a obtener lo mejor para tu empresa.
